-
Reducción significativa de inventarios y costos operativos: JIT permite producir solo lo necesario, en el momento justo, evitando exceso de materiales o productos terminados.
-
Flujo continuo y reducción de tiempos de ciclo: Kanban facilita la sincronización entre procesos, evitando cuellos de botella y mejorando la entrega al cliente.
-
Incremento en la productividad y utilización de recursos: Se optimiza el uso de maquinaria, mano de obra y materiales, reduciendo desperdicios (tiempo, espacio y esfuerzo).
-
Mayor flexibilidad ante cambios en la demanda: la empresa puede adaptarse rápidamente sin perder eficiencia ni generar sobreproducción.
-
Entregas más confiables y puntuales: Al producir “tirado por la demanda”, la empresa cumple mejor los compromisos con sus clientes.
-
Mejora en la calidad y reducción de errores: el flujo controlado y el trabajo estandarizado disminuyen los defectos y retrabajos.
-
Reducción de espacio requerido en planta o almacén: menos inventario y flujos optimizados permiten liberar áreas físicas para otras operaciones.
-
Comunicación clara y visual entre áreas: Kanban actúa como un lenguaje visual universal, evitando confusiones y mejorando la coordinación entre producción, logística y compras.
-
Fortalecimiento de la cultura Lean y de mejora continua: JIT y Kanban promueven disciplina, orden y enfoque en la eficiencia, consolidando una mentalidad de mejora constante.
-
Mejor clima laboral y compromiso del personal: Al eliminar el caos operativo, las personas trabajan con mayor claridad, confianza y satisfacción.